Es importante explicar qué sucede…
Primero, antes de nacer elegimos venir a este plano a conocer y aprender de ciertas cosas, circunstancias, personas… todo lo que nos sucede servirá para este propósito. Algunas teorías dicen que hasta los 3 o 4 años, aún recordamos quienes somos y a qué venimos, pero vamos creciendo e integrando lo que nos inculcan nuestros padres y empezamos a formar una personalidad, la cual a los 6 o 7 años ya está formada; posteriormente según esa personalidad y las experiencias que vamos viviendo se va formando nuestro carácter, pero qué pasa con aquello que nos dolió, con las personas que nos lastimaron. Hoy estamos contentos, mañana tristes, nos enojamos, es decir, nuestras emociones fluctúan de una a otra.
Tenemos un acontecimiento, sentimos algo... pero inmediatamente lo enviamos al cerebro para darle una lógica, primer error porque las emociones no se piensan, se sienten; sin embargo, lo sentido lo llevamos al pensamiento (cuerpo mental), nada se crea si no se pensó, posteriormente le damos el toque con la emoción (cuerpo emocional), si no fue una emoción agradable y no la gestionamos adecuadamente y lo que es peor aún, no la liberamos, hará que se bloqueé nuestro (cuerpo energético), según la emoción, será el cuerpo energético al que afectará, seguimos sin escuchar, reprimimos esa emoción, ya se bloqueó el campo energético, ¿qué sigue?, se presenta la enfermedad (cuerpo físico) o incluso el accidente, ya se dañó el cuerpo físico, nos sentimos tan enojados, tan tristes, tan resentidos que se bloquea toda tu esencia y no te sientes conectado a nada, de hecho, te desconectas de tí mismo principalmente. (cuerpo espiritual)
Entonces digamos que una persona en desequilibrio emocional, será una persona que carece de inteligencia emocional y autoconocimiento, con falta de motivación, sin anhelos, sin voluntad, que vive en desarmonía con ella misma y su entorno, no acepta su vida ni sus circunstancias, se enferma constantemente, si no es que ya desarrolló una enfermedad crónica, su estilo de pensamiento será predominantemente pesimista, se ha olvidado del poder de la gratitud, se siente enojado con el mundo, con él mismo, con las personas que lo rodean, todo es culpa de lo exterior (en ningún momento se detiene a pensar cuál es su responsabilidad), desconfía de todo y de todos, presenta algún tipo de adicción, no se permite disfrutar de la vida, no se siente en paz, experimenta un vacío interior, no se siente conectado a nada. No se ha dado cuenta que la vida es tan bondadosa que a través de las circunstancias, las personas o sucesos, nos está mostrando lo que requerimos trabajar.
Obviamente hay grados de desequilibrio emocional, pero podría ser desde una gripe hasta una enfermedad mental que no sea causa de un daño neurológico. Y definitivamente un malestar general con la vida, se sentirá bien a ratos, cuando algo bueno le sucede, pero en cuanto se presente alguna situación que no va acorde con sus expectativas, inmediatamente se presentará el malestar que afectará todos los ámbitos de su vida. Anteriormente ya mencionamos los distintos daños a los que estamos expuestos cuando estamos dominados por los excesos de estrés, preocupación o miedo.
No me refiero aque nunca sintamos angustia, o que siempre estemos felices y neguemos que algo nos afecta, la persona desequilibrada tendrá su plato de la balanza siempre inclinado hacia un lado, es decir, es constante la inclinación de uno de los lados. Hoy estoy triste porque terminé con mi novio, me despidieron, viví una pérdida, etc., ok, está bien, identifica, ¿qué te hace sentir triste?, acéptalo, tómate tu tiempo para vivir tu tristeza, tomas el aprendizaje, agradeces y lo sueltas y en un periodo corto tu balanza vuelve a estar nivelada, pero lo más importante es que al permitirte sentir y vivir tu emoción y gestionarla, no se afectarán tus otros cuerpos y tu vida será más plena.
“Para que exista una verdadera transformación,
se requiere morir a cada instante…”
Vanessa Sabag
Imagen: Pixabay
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