El leer acerca de la prosperidad no es suficiente.
Necesitamos pensar, soñar, hablar, saborear, oler y sentir la prosperidad también. Esto significa que es importante pasar tiempo cada día pensando en formas de incorporar más prosperidad a nuestras vidas.
Hoy, por ejemplo, concentrémonos en lo que sabe la nariz. ¿A qué te huele la prosperidad? ¿Te huele como un jardín hermoso? ¿Te huele a muebles de cuero? ¿Te huele al aire salado en una playa privada?
Elige cualquier aroma que simbolice la prosperidad para ti y entonces imagínate en un lugar y tiempo donde te encuentras envuelto por este aroma en particular. Deja que se llene tu nariz y entonces lleva el olor a tus pulmones. Cierra tus ojos y llénate lujosamente de la maravillosa fragancia de la prosperidad. Este es un ejercicio importante porque al dejar que tu sentido del olfato participe en tu imaginación, permites que la idea de la prosperidad se solidifique y se convierta en realidad para ti. Y mientras más real se vuelva en tu mente, se convertirá más real en tu vida.
Qué bien huele la prosperidad, ¿verdad?
Repite este ejercicio cuando menos tres veces más durante el día, asegurándote de que sea uno de los últimos pensamientos que tengas antes de irte a dormir. Fragantes sueños...
La Acción del Día:
Lee de nuevo tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las diez cosas de tu lista de Agradecimientos.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
El Pensamiento del Día:
"Eres tan próspero como el nivel hasta el que estés dispuesto a experimentarlo." --Catherine Ponder--
La Afirmación del Día:
"Mi vida está fragante de posibilidades."
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